sábado, 19 de enero de 2008

Atrévete a manejar por Santiago

Imagínense la siguiente situación: una calle con dos pistas (una en cada sentido), en un auto mi madre conduciendo, mi hermana en el asiento de atrás y yo de copiloto, un auto atrás, una curva y de frente se acerca un camión por su pista y ¡una micro en nuestra pista! peleando por adelantar al camión, a una velocidad considerable, solo les digo que o el camión se detiene para que el tarado de la micro pueda pasar o nuestro auto queda hecho un acordeón... mal, ¿cierto?
Con esta anécdota, les introduzco a un tema que no ha dejado de golpear mi cabeza desde que mi madre comenzó a manejar, hace unos 6 meses atrás: la irresponsabilidad que los choferes santiaguinos no dejan de mostrar; cada vez que me subo a un auto hay tantas preguntas que me hago, una de ejemplo es: ¿habiendo carreteras en las que se puede conducir a 120 k/h por qué manejar a esta velocidad en las caleteras (las que van al lado de las carreteras) dónde la máxima es 60? y más encima, se atreven a presionar a los que pretenden andar a la velocidad solicitada poniéndose a 10 centímetros del auto. Lo sé, lo he escuchado mil veces: que la vida es rápida, que el tiempo es oro, que el que llega primero, gana; pero ¿qué hay de los que queremos tranquilidad? ¿de los que queremos andar en paz por la calle?
Sí, me molesta la mala educación que se muestra a diario, me molesta que paguemos todos el apuro del otro o la bronca que el otro pueda llevar encima, me encantaría que eso cambiara, medio utópico, pero en fin... es lo que quiero. Y estoy enojado y esta, es la mejor manera de mostralo.